lunes, 3 de junio de 2013

La paloma que no quería volar


Esta es una historia totalmente verídica sobre un animal muy inteligente que se ha cruzado por mi vida: una simple paloma. Pero esta paloma no era como todas las demás, o por lo menos como yo, y el resto de la gente creemos que son.

Un día, mi amiga Pili, que me conoce y sabia que no me mantendría insensible ante el sufrimiento de un ser vivo, me contó que había visto una paloma herida y quería que juntas le ayudáramos. Yo estaba un poco preocupada por cosas que pasaban por mi vida en ese momento y, no se lo dije a ella, no me encontraba con fuerzas por una simple paloma. Pero al mismo tiempo no podía dejarla sufriendo..., eso no va conmigo. 

Pili no paraba de repetirme que esa paloma era especial, que era muy lista..., y que estaba pidiendo ayuda de portal en portal. Cuando llegamos todos, fue a la salida del cole y también venían los niños (los míos y los de Pili), estaba la paloma acurrucada en un portal y tal y como demostraban sus pisadas sobre sangre en todos los portales de ese bloque de casas, parecía que el animal estaba pidiendo ayuda a gritos!! Pero pensé que era una simple paloma y que simplemente estaba asustada, y por eso había montado semejante escena, que parecía sacada de una película de terror.



Ante los ojos expectantes de los niños me acerqué con cuidado y la paloma se dejó coger sin apenas resistirse. La llevamos a mi casa y la metimos en una caja de zapatos, para que no se la merendara Luna, y como no era muy grande (la caja), bromeando pensé, parece su ataúd. En ese transportin improvisado lleve a la simple paloma a la consulta donde la examiné y le curé la herida que tenía en su ala izquierda.  La alojé mas cómodamente en una jaula y le pusimos comida y agua.


Segura en su jaula se recuperó de sus heridas y un buen día la intenté devolver a su hábitat. Pero cual fue mi sorpresa que la paloma volvió de inmediato. Se ve que no se sentía preparada. O era tan lista que había encontrado el paraíso, donde era alimentada y cobijada contra todo peligro, y no quería abandonarlo. Fue entonces cuando dejé de pensar que era una simple paloma...


Desde marzo..., hasta hoy!! Estaba suelta por la tienda, como un perrito. Un día grabé un vídeo mientras campaba a sus anchas, se la veía feliz!!, lo malo es que no sé como sacarlo del móvil.
Y Solete no le hacia nada..., el pobrecito ya estaba malito.


Hoy ha visto la puerta abierta y se ha aventurado al mundo exterior. Se ha visto preparada para emprender el viaje y se ha independizado!!! Y me ha hecho gracia verla marchar, vacilante y mirando atrás, me sentía feliz de pensar que gracias a Pili (que la vio y me avisó) y a mí esta paloma tan especial sigue adelante con su camino..., pero no se ha ido volando, le hacen falta unas cuantas prácticas de vuelo, después de tanto tiempo viviendo como un perrito tendrá que aprender a ser paloma otra vez.





Si tienes ocasión, acoge una paloma!!




sábado, 1 de junio de 2013

Paseo por la montaña

Después de un mayo con un tiempo asqueroso, estrenamos el mes de junio con buen tiempo, por fin!! Una de las actividades que nos gusta hacer en familia es el senderismo. Hoy nos hemos deleitado con un auténtico festival para los cinco sentidos, por los montes de San Julián. Hemos ido hasta el collado que da vista a Cerésola, luego los más valientes han continuado hasta La Truca. Luna y Laika nos han acompañado. Y no ha faltado, por supuesto, una buena merienda.



Con esfuerzo y con tesón
hemos llegado al mirador,

aunque mis piernas decían que no,

han aguantado el último empujón.



Javier y su padre no tenían bastante
y han seguido adelante
Y cuando han vuelto a la senda
 hemos tomado la merienda.






Dejando atrás lo mas duro
y con los pulmones llenos de aire puro
 emprendemos la bajada
con la mente ya despejada.