viernes, 24 de mayo de 2013

SOLETE: Te recordare siempre

No ha podido ser..., lo hemos intentado todo, pero no lo ha superado. Por lo menos me quedo tranquila de haberlo intentado. Ahora ya no le duele nada...Pobre Solete!!
Antes de la intervención parecía que estaba mejor. La noche anterior vomitó y parecía haber recuperado el apetito... Pero no ha sido suficiente, la cirugía fue larga y complicada y Solete no pudo resistir. Por lo visto nació así ya, tuvo suerte de vivir casi 5 años con el problema.
Aquí dejo los mejores momentos, para recordarlos siempre:


Lo rescaté de la calle un día que volvía del colegio con los niños. Le puse comida y se dejó coger sin oponer resistencia. Estaba malito, le di calor y cuidados y salió adelante.

Lo llamé SOLETE por la guardería de mis hijos, después hizo honor a su nombre.


En su día escribí estas lineas:

Cuando lo cogí estaba muy asustado y enfermo. Yo estaba preocupada porque pensaba que no pasaba de esa noche. Pero conseguí recuperarlo. Siempre que entro donde está se esconde, tiene miedo, pero hoy he conseguido que se acercara a mi mano pidiendo caricias. Probablemente fue atropellado y esta cojo de una pata aunque ahora ya la apoya, pero también tiene respiración dificultada, secuela del accidente, y esta muy delgado y anémico. Ahora ya come con mas apetito que el el primer día  pero aun le falta engordar mas, con 4 meses pesa solo 1,300Kg. 

Cuando se recuperó le busqué una familia que se lo quedara, pero me lo devolvieron alegando que querían un gato para tenerlo al brazo y él no aguantaba nada. Aun me parece ayer cuando me lo trajeron, yo creo que se alegró de verme..., en su mirada comprendí que no me dejaría nunca, y decidí quedarmelo en la consulta. Y allí creció.




Se lo pasaba bien observando todos los animalitos que llegaban a la tienda, se sentía privilegiado por ser libre.
Se tumbaba en el escaparate al sol y se quedaba dormido, parecía un peluche adorable!!











Se hizo amigo de muchos de los perros que pasaron pon la peluquería, parecía que quería ayudarme diciéndoles que estuvieran tranquilos.











Le gustaban las alturas, descansaba y desde allí tenia todo controlado.








Hasta le tocó hacer de papa adoptivo de estos gatitos que nacieron en la clinica:
 




Era un padrazo y congeniaba muy bien con Estrella, la mama.

Solo tenia un defecto,  que mordía los sacos, y cuanto mas caros mejor, no era tonto!!



Pero en general era muy bueno y muy tranquilo y no daba  nada de trabajo.







Todos los días me esperaba en la puerta de la consulta y me pedía la comida, luego se quedaba haciéndome compañía. Si me sentaba se acurrucaba en mi regazo, y si estaba de pie a veces se subía igual en mis hombros...., y se tumbaba ahí!! Tengo testigos.

Hoy no estaba, y lo he echado mucho de menos.

Supongo que me tendré que acostumbrar...

ADIOS SOLETE !!
Siempre te recordaré como el mejor gato que he tenido...













1 comentario:

  1. La verdad que se les echa mucho de menos, yo aun echo en falta a los míos cada vez que entro en casa que venían a la puerta a saludarme. Hay que pensar en los años tan buenos que hemos pasado juntos y como bien dices, que ya no sufren mas.

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